12 propuestas ecológicas para 2018 - SLOWHAUS

Cuando cambiamos de año solemos proponernos nuevos objetivos y cambios en nuestras vidas. Racionalmente no tiene mucho sentido, dado que la noche de las uvas no suele cambiar nada, en realidad. El sol seguirá saliendo por el este y por la mañana seremos igual de pobres, o ricos, que el día anterior. El caso es que, el misterioso poder del calendario nos insufla una energía que nos empuja a pensar que este año iré al gimnasio, o a que este año encontraré el trabajo de mis sueños, o a que este año leeré más. Para ayudaros con vuestros propósitos para el año que comienza, aquí van 12 propuestas ecológicas, una por mes, para que seáis un poquito más “verdes”.

Propuesta ecológica 1: cambia de compañía eléctrica

Para empezar el año con fuerza, ¿por qué no cambiar de compañía eléctrica, optando por una comercializadora verde? Según el ”Informe del sistema eléctrico español 2016”, de Red Eléctrica Española, el 40,8 % de la energía eléctrica de nuestro país se produjo con renovables en 2016. Esto está bien, pero, si contratas con una compañía eléctrica de las denominadas “verdes”, te estarás asegurando de que el 100 % de la energía que consumes proviene de fuentes renovables. Y dado que, aproximadamente, el 40 % de las emisiones de CO2 es producido por la generación de electricidad, parece que no es baladí cambiar a una compañía eléctrica verde. Las opciones son múltiples: Somenergia, Gesternova, Compañía Escandinava de Electricidad en España… ¿Te animas?

Propuesta ecológica 2: deja de usar el coche en los trayectos cortos

Los datos de la ineficacia del coche en los trayectos urbanos son apabullantes. Según un informe de la DGT, la mitad de los desplazamientos que hacemos en coche son de menos de 3 km, un recorrido que, en bicicleta, podríamos hacer en unos 10 minutos. De hecho, en recorridos urbanos de hasta 8 km, la bicicleta es más rápida que el coche. Y sin consumir energía. Y sin hacer ruido. Y sin tener que buscar aparcamiento. Y contribuyendo, además, a nuestro bienestar físico.

Puedes empezar por algo concreto, de poca entidad. Yo, por ejemplo, me he propuesto no usar este año el coche para ir al gimnasio, que está a 600 m de mi casa. Sí, he ido en coche, lo confieso. Para animarme, voy a apuntar cada trayecto en una hoja de cálculo y, al finalizar el año, calcularé los kg de CO2 que he dejado de emitir por no usar el coche.

Propuesta ecológica 3: compra productos ecológicos

La mayoría de la gente no es consciente del poder que tenemos como consumidores. Nuestras decisiones a la hora de comprar son las que moldean el mundo en que vivimos. ¿Te imaginas qué pasaría si todo el mundo pidiera productos ecológicos? Recuerdo un documental que te recomiendo ver, Food Inc, en el que contaban cómo Walmart, la cadena estadounidense de hipermercados, comenzó a vender leche ecológica al ver que la gente se la demandaba.

Al realizar la compra no pensamos en las emisiones de CO2 derivadas de la fabricación, envasado y transporte de lo que consumimos. Sin embargo, estos procesos tienen un impacto brutal sobre el medio ambiente. De hecho, nuestra forma de consumir es la que está cambiando, a peor, el planeta donde vivimos.

Puedes empezar por algo asequible. Busca una tienda de productos ecológicos cerca de tu casa, y proponte ir, al menos, una vez al mes. Es algo más caro, es verdad, pero no te arruinarás.

Propuesta ecológica 4: compra menos

Ahora que acabamos de salir de una época de grandes compras, entramos, sin solución de continuidad, en las rebajas. Comprar, comprar, comprar, es la consigna de nuestra sociedad. Este tipo de economía, cuyo crecimiento se basa exclusivamente en el consumo, necesita extraer, continuamente, materias primas y energía del planeta. Sabiendo que los recursos de que disponemos son limitados y tienen fecha de caducidad, parece claro a dónde nos lleva este ritmo de consumo.

Compra solo lo que necesites. Regala experiencias, más que objetos. Reutiliza, Recicla. Las opciones son casi infinitas. Y mucho más divertidas.

Propuesta ecológica 5: recoge agua de lluvia

Para aquellos afortunados que vivís en una casa, esta puede ser una buena propuesta ecológica, más viviendo en un país, España, donde dos tercios de su territorio están en riesgo de desertificación. El consumo medio de agua por español, según datos de 2014, es de 132 l/día. Es verdad que ha disminuido bastante desde el año 2000, cuando la media superaba los 170 l/día, pero no podemos olvidar que vivimos en un territorio propenso a las sequías y a la escasez de agua. No se entiende que su gestión no sea una cuestión de estado, algo que esté siempre en primera línea para nuestros gobernantes.

Siempre me ha alucinado que los romanos recogieran el agua de lluvia hace 2.000 años y que nosotros, en pleno siglo XXI, la dejemos correr por nuestros tejados y alcantarillas cada vez que llueve. Hay sistemas económicos y sencillos que permiten cubrir hasta el 80 % de la demanda de una vivienda. Depósitos enterrados o en superficie, de hormigón o poliéster, hay muchas y variadas posibilidades. ¡No dejes de hacerlo!

Propuesta ecológica 6: hazte hortelano

Como ya habrás notado, los huertos están de moda. Hace ya años que en nuestras ciudades y pueblos han aparecido los huertos urbanos, espacios acondicionados por los ayuntamientos para cederlos a ciudadanos interesados en tener un huerto, pero que no disponen de terreno para ello.

Si dispones de un pequeño jardín o patio, lo tienes chupado: basta con que delimites una zona y la destines a huerto. Quita un trozo de césped, caro y difícil de mantener en nuestras latidudes. Con 12 m² podrás empezar a introducirte en el maravilloso mundo de las hortalizas. Con 100 m2 se supone que se puede abastecer, completamente, una familia de 3 personas. Si no dispones de terreno, puedes usar una mesa-huerto, o poner macetas en tu terraza. Plantas como las lechugas, las acelgas o las aromáticas se cultivan perfectamente en recipientes de tamaño mediano.

En cualquier caso, déjate asesorar por entendidos y profesionales. Puedess asistir a talleres y cursos. O preguntar al vecino, si tiene huerto. O recurrir a los libros. Te recomiendo, para empezar, “Un huerto para ser feliz”. Es muy ameno y divertido y, sobre todo, práctico.

Propuesta ecológica 7: practica el DIY.

El DIY (Do it yourself) es un movimiento que invita a hacerse uno mismo las cosas que necesita, ya sea con materiales nuevos, o reutilizando otros ya usados. Te propongo que, si necesitas una mesa nueva para el jardín, o un soporte para macetas en una pared, busques en internet y constrúyelo tú mismo.

Es una actividad placentera, y te proporciona el orgullo del trabajo bien hecho, y la oportunidad de mostrar tus aptitudes creativas. Como ejemplo, esta mesa plegable que diseñamos para una joven pareja que viven en un piso de pequeño tamaño, a la que llamamos Mesa Tiny. ¡Manos a la obra!

Propuesta ecológica 8: protégete del sol

Antes de que lleguen los meses más calurosos, revisa las fachadas sur, este y oeste de tu vivienda. ¿Tienen protección solar las ventanas? Si ves que no, empieza a pensar en poner un toldo o persianas que sombreen las ventanas en las horas más intempestivas del día. Lo notarás en la temperatura interior de tu vivienda. Y también en tu bolsillo.

Propuesta ecológica 9: compra con cabeza

¿Has visto el documental “Comprar, tirar, comprar”? En él se habla de la llamada “obsolescencia programada”, una práctica muy habitual en el mundo empresarial que consiste en crear productos con una vida útil muy limitada, de forma que se garantizan un consumo continuado por parte de los usuarios. Y un beneficio económico eterno.

Frente a esto, podemos comprar productos que sabemos duraderos. No son los más baratos, en principio, pero, a la larga, nos habrán ahorrado dinero. Y cuando dejen de servirnos, los podemos vender, o cambiar, o regalar. Hay ahora muchísimas plataformas en internet para ello. No los tires. Siempre hay gente que los necesita.

Y antes de comprar algo nuevo, mira a ver si lo puedes conseguir de segunda mano. Con los productos tecnológicos, intentan que cambiemos cada año de aparato. De móvil, de ordenador, de cámara. Pero hay productos de segunda mano, con garantía, que nos permiten tener un aparato de mucha calidad a un precio muy inferior al de salida.

Y cuando sientas la necesidad de cambiar de vestuario, ve a una tienda de ropa de segunda mano. Te sorprenderás de las gangas que puedes encontrar. Y estarás contribuyendo también a la lucha contra el cambio climático.

Propuesta ecológica 10: sé más eficiente con la energía

Como ya dijimos en una entrada anterior del blog, implantando medidas de eficiencia energética en nuestro hogar podemos llegar a ahorros de hasta el 30 % en la factura de la luz. Podemos empezar por comprar, cuando los vayamos necesitando, electrodomésticos de clase energética A, los más eficientes que existen en el mercado. También podemos sustituir las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo o, mejor, de tipo LED. No dejes los aparatos en posición de “standby”. Y, muy importante, no te pases con la temperatura de tu aparato de aire acondicionado. Un grado de más supone un 7 % más de consumo energético. Como recomienda el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía), la temperatura que elijamos para el interior no deberá diferir en más de 12 °C de la exterior, y deberá situarse en los 20-21 °C en invierno y en 24-26 °C en verano.

Propuesta ecológica 11: para viajar, elige el tren.

Según un estudio sobre los medios de transporte y su impacto medioambiental hecho por Ecologistas en Acción, tremendamente interesante y detallado, el 40 % de las emisiones de CO2 es imputable a nuestros desplazamientos motorizados, si incluimos también las mercancías. De los medios de transporte que tenemos a nuestra disposición para movernos, el avión y el coche son los que más emiten por persona desplazada. Por el contrario, el tren convencional y el autobús son los medios más eficientes. Así que, venga, en tu próximo viaje, elige el tren.

Propuesta ecológica 12: para tu vivienda, elige Passivhaus

Me imagino que, como todo buen hijo de vecino, no tienes ni idea de la temperatura o la humedad que hay en tu vivienda en cada momento. Del nivel de CO2, que tanto influye en nuestra calidad de vida, ni hablamos. Te invito a que compres algún aparato que mida estos parámetros (Netatmo puede ser una buena opción) y veas en qué condiciones habitas tu casa. Empezarás a plantearte, seguro que sí, en realizar algún cambio, para poder tener más confort en el interior de tu vivienda.

Una buena opción para conseguir ese confort puede ser rehabilitar tu vivienda energéticamente. Otra posibilidad puede ser construirte una vivienda desde cero, y que sea eficiente, energéticamente hablando. En ambos casos, te recomendamos, como explicamos en otra entrada del blog, el estándar Passivhaus, que lleva 25 años demostrando su eficacia, construyendo viviendas de consumo energético casi nulo, con una gran calidad del aire interior. ¿Te subes al tren del Passivhaus?