Edificios altos de barcelona
Los edificios más altos de España
Barcelona no sólo es una de las ciudades más visitadas del mundo, también es una de las más fotografiadas gracias, entre otras cosas, a los fascinantes edificios que esconde en sus calles. Y no hablamos sólo del modernismo, o de Gaudí, sino también de edificios icónicos de la ciudad que no reciben el mismo número de flashes de forma masiva, pero que siguen siendo visitados por ávidos amantes de la arquitectura.
El arquitecto Santiago Calatrava alcanzó el reconocimiento en Barcelona con esta maravillosa torre de comunicaciones. Los primeros dibujos y bocetos de la mano de Calatrava revelan que la inspiración proviene de una mujer arrodillada. La base de la antena puede considerarse un homenaje al arquitecto local Antoni Gaudí. Consiste en un mosaico de azulejos rotos al estilo del llamado trencadís de Gaudí que se encuentra en muchas de sus obras. La torre de comunicaciones cambia de perspectiva desde distintos ángulos, así que cuando la visite, asegúrese de pasear a su alrededor.
El Hotel Porta Fira fue diseñado por el arquitecto japonés de renombre internacional Toyo Ito y con este diseño fue galardonado como el Mejor Rascacielos de 2010, otorgándole el Primer Premio Emporis de Rascacielos en esta categoría. Tiene 113 metros y 26 plantas de altura, y debido a su forma irregular en la fachada, se percibe de forma diferente según el punto desde donde lo miremos. Se han utilizado dos estilos para la fachada, por un lado la piel "roja" es decorativa y le da un aspecto peculiar, y por otro detrás hay una segunda piel de aluminio y cristal que responde a las necesidades acústicas y funcionales del edificio y de quienes se encuentran en su interior.
Los edificios más altos de Barcelona
Barcelona, como capital de Cataluña, segunda ciudad más grande de España y sexta área urbana más poblada de la Unión Europea, es una de las ciudades con mayor número de rascacielos de Europa. La tendencia arquitectónica de los últimos años ha sido promover la construcción de edificios de gran altura como parte de un plan de modernización más amplio que se lleva a cabo desde 1992, año en que se celebraron los Juegos Olímpicos en Barcelona. La mayoría de los rascacielos de Barcelona se construyeron en los años 70, 90 y después de 2002.
Barcelona y su área metropolitana cuentan con unos 15 rascacielos de más de 100 m y más de 40 rascacielos de entre 70 m y 100 m, un total de unos 60 rascacielos de más de 70 m. En cuanto al número de rascacielos de más de 100 m, Barcelona ocupa el séptimo lugar de la Unión Europea. En cuanto al uso, la mayoría de los rascacielos son edificios de oficinas y hoteles.
Centro de negocios Gran Vía y rascacielos de la izquierda: Torre Inbisa (color blanco), Torre Zenit, Torres Europa (Torre Europa 3,4,5), Hotel Porta Fira (color rojo), Torre Realia BCN, Hotel Catalonia Plaza Europa (en la foto todavía en construcción - en los pisos superiores).
Torre glòries
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Torre Agbar es un conocido rascacielos que marca la entrada a una zona corporativa de Barcelona conocida como 22@ en el distrito de Sant Martí. Con 145 metros de altura, este edificio es actualmente el cuarto más alto de la ciudad. Los otros edificios más altos son el Hotel Arts, la Torre Mapfre y la Torre La Sagrera. Por supuesto, también lo superará en altura la Sagrada Familia, que cuando esté terminada será el edificio más alto de Barcelona.
Su nombre se debe a que esta torre es la sede de la multinacional Grupo Agbar, aunque otras empresas también tienen oficinas en ella. Su extraña forma ha convertido el edificio en una atracción turística y es, sin duda, una seña de identidad del skyline barcelonés. Es tal su simbolismo barcelonés que desde 2006 forma parte de las celebraciones del Año Nuevo barcelonés, con un espectáculo de luces y campanadas cuando el clic marca la medianoche.
Edificios del skyline de Barcelona
En 1999, el arquitecto francés Jean Nouvel diseñó su Torre Agbar en el moderno distrito tecnológico 22@ de Barcelona, en colaboración con el estudio de arquitectura español b720. Seis años más tarde, el edificio de cristal estaba terminado. No sólo es un icono del perfil moderno de Barcelona, sino también un ejemplo de renovación ecológica.
La forma de la torre -que residentes y turistas llaman consolador o pene en broma- fue inicialmente muy criticada. Muchos residentes pensaron que era una broma de mal gusto del arquitecto francés construir el edificio con forma de genitales masculinos.
Sin embargo, según el Sr. Nouvel, el edificio de su empresa, Torre Agbar, representa la fuerza de un géiser que permite que el agua del azul mar Mediterráneo alcance el cielo. Para la torre de 142 metros de altura, compuesta por 34 plantas con 4.500 ventanas de cristal y accesorios con 40 colores diferentes de luz LED, se inspiró en la obra de la Sagrada Familia de Gaudí y en el monte Montserrat, situado a unos 60 kilómetros de Barcelona.
El éxito no se hizo esperar. En 2006, la torre ganó el Premio Highrise para rascacielos, que se concede anualmente en Fráncfort. Dos años después, Nouvel ganó el premio más prestigioso del mundo de la arquitectura, el Pritzker, por su rascacielos de la capital catalana.
