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En las últimas décadas, Madrid ha apostado fuertemente por la arquitectura contemporánea convirtiéndola en una ciudad donde los nuevos edificios y las antiguas construcciones remodeladas se han convertido en los iconos de la capital española. Arquitectos como César Pelli, Norman Foster, Richard Rogers o Herzog & de Meuron han conseguido transformar la ciudad, integrando perfectamente los espacios que parecen venir del futuro. ¿Qué tal un recorrido por las calles que son una exposición de arte contemporáneo? Encontrará una asombrosa fusión de estética y funcionalidad y descubrirá todo sobre el uso innovador de los materiales.
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La arquitectura de Madrid ha conservado el aspecto de muchos de sus barrios y calles históricas, a pesar de que Madrid posee una infraestructura moderna. Entre sus lugares emblemáticos se encuentran el Palacio Real de Madrid, el Teatro Real con su Ópera restaurada de 1850, el Parque del Buen Retiro (fundado en 1631), el edificio de la Biblioteca Nacional del siglo XIX (fundado en 1712) que contiene algunos de los archivos históricos de España, un gran número de museos nacionales,[1] y el Triángulo de Oro del Arte situado a lo largo del Paseo del Prado y que comprende tres museos de arte: El Museo del Prado, el Museo Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza, que completa las carencias de los otros dos museos[2] El Palacio y la Fuente de Cibeles se han convertido en el símbolo monumental de la ciudad[3][4][5].
En Madrid se conserva muy poca arquitectura medieval, y la mayor parte se encuentra dentro de la Almendra Central. Los documentos históricos muestran que la ciudad estaba amurallada y tenía un castillo (el Alcázar) en el mismo lugar donde ahora se encuentra el Palacio Real[cita requerida] Entre los pocos edificios medievales que se conservan están las torres mudéjares de las iglesias de San Nicolás y San Pedro el Viejo, el palacio de los Luján (situado en la Plaza de la Villa), la iglesia gótica de San Jerónimo, parte de un monasterio construido por los Reyes Católicos en el siglo XV, y la Capilla del Obispo.
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Madrid es el mayor centro industrial de España. El aeropuerto internacional de España da servicio a los pasajeros que llegan de todo el mundo. Las autoridades están tomando medidas enérgicas para desarrollar las carreteras locales y mejorar aún más la infraestructura de transporte. Las líneas de metro se están expandiendo a un ritmo rápido. En la ciudad funcionan todos los tipos de transporte público: autobuses, tranvías, trenes urbanos que operan en dirección norte y sur.
La posición geográfica de Madrid la hace atractiva para la inversión, ya que aquí llegan considerables fondos de Europa, América Latina y el norte de África. Representan alrededor del 40% de todas las inversiones de capital en la economía de la capital.
España encabezará el grupo de líderes en cuanto a la recuperación del crecimiento económico en la Unión Europea (se desprende de las previsiones de los expertos de la Comisión Europea). El tiempo dirá si el pronóstico se cumple, pero ya hoy hay signos de reactivación, que pueden verse en el ejemplo de la comunicación humana: los madrileños de a pie, destetados del ruido de la noche, se quejan de que la gente que se relaja en los bares no tiene prisa por volver a casa, y sigue sentada allí hasta la hora de cierre... El río de la vida vuelve a llenar el canal.
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Inspirados en las antiguas ciudades romanas, Herzog & de Meuron, galardonados con el premio Pritzker en 2001, diseñaron este complejo de oficinas compuesto por siete edificios horizontales de tres plantas que ocupan una enorme superficie de 114.000 metros cuadrados, conectados por patios y jardines. En la plaza principal se levanta un innovador edificio principal con forma de vela de 93 metros de altura y 13 metros de ancho, donde trabajan 6.000 empleados.
Diseñada por Rafael Moneo, la primera ampliación del Museo del Prado fuera del edificio Villanueva se levantó sobre los restos demolidos del claustro de la iglesia de San Jerónimo. Para conectar el edificio de la Villanueva con el nuevo se excavó un gran vestíbulo subterráneo, sobre el que se asienta un gran cubo de ladrillo que tiene la misma forma que el claustro y que se considera controvertido.
Con sus 248 metros de altura, es el segundo edificio más alto de España y el cuarto de Europa. Fue diseñado por Sir Norman Foster en torno a dos enormes pilares de acero y hormigón que albergan siete ascensores. Entre ellos se creó una "estantería" con tres plataformas intermedias que soportan el peso de hasta doce pisos cada una.
