Edificios flexibles el futuro de la arquitectura

Ciudades del futuro Singapur

Pero el cambio de uso también puede ser menor, por ejemplo para combinar dos pisos pequeños en uno. Este concepto no es nuevo. En Suecia, fue una de las innovaciones del proyecto de viviendas públicas del Programa del Millón de los años 60 y 70, en el que algunas de las paredes de los apartamentos podían desplazarse. Pero esta característica se ha olvidado durante el último medio siglo, por lo que no la aprovechamos realmente, lo cual es una pena.

Tenemos que analizar las tendencias futuras antes de empezar a desarrollar un diseño. ¿Cómo esperamos que se utilice el edificio? ¿Cómo cambiarán las necesidades con el tiempo? ¿Cómo cambiará el clima, y tendrá eso consecuencias para el edificio? ¿Qué nuevas tecnologías podrían repercutir en nuestro edificio? ¿Qué nuevas normativas? A continuación, estudiamos la capacidad del diseño para hacer frente a estos diferentes escenarios. ¿Podemos hacer cambios sencillos que aumenten la flexibilidad y la solidez sin añadir más que un coste marginal? Este será un proceso iterativo. Es posible que queramos aumentar la altura de los techos o la resistencia estructural, pero también es posible que acabemos utilizando un armazón de madera ligero y un diseño modular que permita realizar ampliaciones.

Un día como arquitecto

Mientras atravesamos estos "tiempos sin precedentes", el concepto de impermanencia nunca ha estado más presente en muchas de nuestras vidas.  En medio de una pandemia, y eventualmente de una sociedad post-pandémica, la demanda de arquitectura y diseño para facilitar nuestras necesidades cambiantes es más clara que nunca.

El hogar, por ejemplo, ha tenido que asumir recientemente muchas más funciones, convirtiéndose a veces en hospital, gimnasio, oficina, espacio de recreo, sala de conciertos, tanque de aislamiento y mucho más.  Esto ha llevado a muchos a pensar que estas estructuras deben diseñarse y construirse para permitir su adaptación, a fin de que sean capaces de soportar los cambiantes estilos de vida y hábitos de quienes las albergan. Diseñar y construir estructuras teniendo en cuenta al usuario como una entidad en evolución con necesidades cambiantes es un valor fundamental de la arquitectura modular.

La arquitectura modular consiste básicamente en elementos separados de un edificio que se prefabrican de forma aislada y luego se combinan con otros módulos para crear una unidad. La modularidad puede subsanar las deficiencias de las estructuras tradicionales y ofrecer a los usuarios flexibilidad, interfaces adaptables, reparaciones estandarizadas, durabilidad y personalización, además de ser sostenible y resistente a los efectos del tiempo.

Edificios flexibles: el futuro de la arquitectura resumen

Renis es un joven arquitecto, diseñador y profesor residente en Albania. A lo largo de los años se ha interesado por la arquitectura utópica, las soluciones de diseño flexible y las teorías de condensación social. En su carrera profesional, Renis ha diseñado espacios interactivos que ofrecen a los usuarios nuevas posibilidades de uso del espacio y un espacio de trabajo/exposición/área de auditorio para que expresen sus ideas.

Este proyecto/idea parte de un análisis realizado sobre la arquitectura parasitaria que se produjo en Tirana en los años 90. El objetivo es crear un nuevo estilo de edificio basado en lo que sucedió antes y tratando de entender lo que podría suceder. El resultado se acomodará a un cambio muy necesario, no creará situaciones caóticas sino que vivirá en armonía con el entorno.

Los edificios de la ciudad cambiaron y pasaron por un proceso similar al de las teorías producidas por movimientos como el Metabolismo. La forma y la función no son fijas. La superposición de las capas del programa y las actividades flexibles que se pueden encontrar en las teorías del Condensador Social. El resultado es un edificio híbrido en cuanto a tipología y función.

Arquitectura de Netflix

Lo más sostenible y económicamente responsable es diseñar edificios de oficinas que no necesiten renovarse por completo cada vez que llega un nuevo inquilino. Esto exige mucha flexibilidad, también por parte de los arquitectos y constructores, que deben pensar desde el principio en los posibles usos a largo plazo de los edificios.

"El mercado se ha vuelto más imprevisible, y hoy en día a muchos empresarios les resulta difícil predecir el número de empleados que tendrán dentro de cinco o diez años. Por tanto, estamos viendo contratos de alquiler más cortos y la necesidad de una mayor flexibilidad con la posibilidad de aumentar o reducir rápidamente la capacidad. Esto repercute, naturalmente, en la forma de diseñar las oficinas", dice, y añade:

"Construir oficinas con un ciclo de vida corto no es ni económicamente sólido ni sostenible. En su lugar, debemos construir espacios de oficina flexibles que duren mucho tiempo, tanto en lo que respecta a la planta como al aspecto general". Como arquitectos, clientes, inquilinos y demás implicados en los proyectos, debemos ayudarnos mutuamente a encontrar la solución adecuada".