Edificios brutalistas españa

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¿Qué es exactamente el Brutalismo? El término fue acuñado en la década de 1950 por una joven generación de arquitectos y críticos de arquitectura británicos que utilizaron la expresión "Nuevo Brutalismo" para distanciarse de la monotonía de la arquitectura de posguerra. El crítico de arquitectura Reyner Banham describió la Hunstanton School de Alison y Peter Smithson (y su irrealizada Soho House) como "puntos de referencia arquitectónicos por los que puede definirse el Nuevo Brutalismo en arquitectura" y nombra tres características: "1, Memorabilidad como imagen; 2, Exposición clara de la estructura; y 3, Valoración de los materiales 'tal como se encuentran'. "

Entonces, ¿todo edificio de hormigón realizado a partir de 1960 es automáticamente "Brutalista"? Después de todo, ¿de qué otra forma podríamos describir edificios como el Centro Internacional de Conferencias de Kioto? Al hacer la selección para este sitio web hemos optado por una definición amplia y también hemos incluido muchos de los #Forerunners, que se construyeron antes de 1955. También hemos añadido varios clásicos, entre ellos edificios de Le Corbusier y Louis Kahn, en los que uno se pregunta por qué no han sido clasificados hace tiempo como Brutalistas. Nuestra definición: Los edificios brutalistas no siempre son de hormigón. Pero siempre son "retóricos" en el sentido de que ponen descaradamente el acento en su forma material o escultórica.

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Una muestra de estas imágenes nos muestra un contexto evolutivo de la sociedad española al final del franquismo y una emergente arquitectura brutalista en su apertura a una proyección internacional que se había encontrado durante décadas en un aislamiento cultural con el resto del mundo.

Como podemos ver en el portfolio del fotógrafo italiano, muestra un fuerte interés por la arquitectura brutalista, por los espacios masivos y macizos que se desarrollan tanto en sus exteriores como en sus interiores, y sabe encuadrar muy bien en esos proyectos madrileños de la segunda mitad del siglo XX.

Este extraordinario recorrido fotográfico por esta excepcional arquitectura madrileña muestra su propia identidad en la arquitectura del brutalismo a través de 12 edificios, a veces poco conocidos, que, aun compartiendo un carácter y un lenguaje común, son formalmente diferentes, con contextos y programas muy distintos, y se ubican en lugares diferentes, en la ciudad de Madrid.

Otro edificio emblemático, quizá el más conocido de la época, es el rascacielos conocido como Torres Blancas (en plural porque originalmente se proyectaron dos). Realizado por Francisco Javier Sáenz de Oíza en la década de 1960, con sus 25 plantas repartidas en 71 metros, representa uno de los ejemplos más importantes de arquitectura orgánica en el país ibérico, con elementos cilíndricos que se cruzan entre sí en una progresión ascensional que recuerda a algunas soluciones metabolistas japonesas.

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Quizá el edificio más emblemático sea la torre conocida como Torres Blancas, diseñada por Francisco Javier Sáenz de Oíza en la década de 1960. Con sus 25 plantas distribuidas en 71 metros, representa uno de los ejemplos más importantes de arquitectura orgánica del país ibérico, con elementos cilíndricos que se entrecruzan en una progresión ascendente que recuerda algunas soluciones metabolistas japonesas.

Roberto Conte (1980), comenzó a fotografiar en 2006, explorando inicialmente las ruinas industriales de los alrededores de Milán y ampliando gradualmente su campo de actividad a diferentes tipos de lugares y arquitecturas abandonados por toda Europa y más allá. Desarrolló un interés particular por la arquitectura del siglo XX: desde la vanguardia racionalista y constructivista hasta el brutalismo y el modernismo soviético. Sus imágenes se han publicado en varias revistas y libros. En 2019, junto con Stefano Perego, publicó el libro "Soviet Asia" (FUEL).

Brutalismo madrileño

Con los estilos arquitectónicos pasa lo mismo que con los artistas, los hay que se adaptan a cada papel, tomando un amplio espectro de nuevas idiosincrasias, y los hay que se especializan en un papel, caracterizando al personaje que representan. El Brutalismo es un estilo arquitectónico bastante cercano en el tiempo, y su principal característica lo hace destacar del resto. Es decir: se adapta a múltiples configuraciones manteniendo un carácter homogéneo, una fusión, como dirían los científicos.

Pero el término, aunque pueda parecernos un tanto sonoro, no expresa ninguna intención violenta, au contrarie. El brutalismo nace de las palabras francesas béton brut, algo así como hormigón en bruto, y esa es precisamente la cualidad que lo define. En este tipo de construcción, el hormigón queda claramente expuesto, haciendo gala de él y de sus fantásticas cualidades: fluidez, con la que se adapta a cualquier forma, su compatibilidad, con la que se combina excelentemente con otros materiales, y su durabilidad, que le confiere una larga vida.